Pero no,como tantas otras cosas, mueren sin lograr eso para lo cual nacieron.
Mueren en mi cuaderno.
Como las preguntas que me hiciste en el sombrero/poZo.
Esas que no respondí para que los ecos no tuvieran casa en tu cabeza.
Esas preguntas que hoy no soy capás de responder en este cuaderno.
Este tu cuaderno.
Que lleva ese nombre (ahora mío) grabado, como llevo ese nombre tan tuyo, impregnado.