22.3.10

Funciones intrínsecas.

Este extrañarte. Que me invade. Que me hace llamas danzantes. Que solo tienen como objetivo causarme más sed. Que me hace arder. Arder sin consumirme. Si me consumiera, no podría extrañarte. Quizás si fuera polvo, de extrañarte me evaporaría. Y sería vapor de polvo entrando y saliendo de pulmones ajenos, de bocas extrañas, de narices con mocos. Y, un día, llegaría a tu boca.

Ya no reconocerías mi olor. Tendría el de tantos.
Ya no reconocerías nada mío; por que nada mío ha de quedar.

Pero cuando bese tu boca.
Cuando esté en vos.



Sin comprender, no podrás sacar el aire de tus pulmones.
Y lo sacarás en un suspiro.
Y en ese suspiro pronunciarás mi nombre inventado.
Y lo poco que queda de mi se unirá solo para escuchar el eco de ese nombre en el aire.



Y.

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