Ni carne ni hueso,
Ni luz, ni diamante.
Tu oreja dorada
se come la luz,
llena de nada,
llena la nada.
Vórtice inventado.
Intento recordarla.
Aunque sé
que volveré a mirarla.
Y de faltarme,
lo último que extrañaría
sería
tu oreja dorada.
Llena de luz,
llena la nada.
1 comentario:
Sin dudas es hermoso, y esas palaras saliendo de tu boca las quiero ahora
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